Es 25 de octubre, pronto unas nuevas elecciones municipales ocupará el tiempo de gran parte de la población. Esta vez no iré a dejar mi tiempo y mi voto. Prefiero ir a la montaña, pero esta vez a descansar. Vilches, mi querido Altos del Lircay será mi destino. Haciendo un recuento de lo que ha sido este segundo tiempo de la temporada de nieve, no puedo dejar de decir lo feliz que me siento de haber formado Ayun Koyam, que pronto cumplirá 10 años y elegir como medio de vida, el sendero de las montañas...

Un día de descanso, me calcé los esquíes y con Julia y Gualo nos fuimos en busca de la cumbre del Nevado de Chillan. Un día perfecto, el sol brillaba sobre un grueso manto de nieve y ausencia total de viento. Fueron 3 horas desde el final de la 25 para alcanzar la cumbre más alta del complejo volcánico.

El volcán Chillan Viejo ó Sur, también motivó a estar sobre su cumbre. Esta vez, Marisol y Montserrat, con quienes había estado antes en el Lircay, se animaron a subir a este cono. A ellas se sumó Pepe, Ingrid que volvió a los cerros y Talia, una andaluza que cumple una tremenda labor restaurando los murales de Siqueiro y Guerrero en la escuela México de la ciudad y que los destruyó el terremoto del 2010.

Antes, me alejé un tanto de la montaña para cumplir con un hiking en la costa de Curico; Infiernillo. Maravilloso; el verde del sendero junto al mar, nos permitió gozar de una linda jornada a casi 30 personas. Descubrimos, al final de este, el intenso amor que puede sentir una persona al mar, como también conozco a algunos, entre los que me cuento, que aman a las montañas. El faro Sydney, construido en 1990 por el señor Sydney Ojeda da cuenta de ello. Vale la pena una visita.

Bueno, acá va una cantidad de imágenes que valen más que 1000 palabras....