Con mucho entusiasmo partimos ayer rumbo al Morado. Ese impresionante glaciar colgante, allá, al final del Cajón del Maipo. El mismo que me dió la posibilidad de hacer mis primeros pasos en la escalada en hielo. El entusiasmo cayó de golpe; en el cabrerio, grandes máquinas que ya trabajan para la empresa que construirá Alto Maipo, que en algún momento será un obstáculo más para los amantes del montañismo. Seguramente, para ascender al volcán San José, tendremos que golpear puertas, como en otros lugares, sin resultados positivos....Grrrrr!!!
A poco andar, nos encontramos con un numeroso grupo de personas que al igual que nosotros, intentaban visitar el glaciar; un reportaje en un diario de Santiago resultó motivador para ellos, el problema es que no indica como hay que visitar la montaña. Niños, jóvenes y adultos que se desviaron de su paseo al mall fue la idea que dejaron. Mal!
Llegamos a nuestro destino, aunque he estado recientemente, no puedo dejar de lamentar ver el retiro del glaciar. Hace algunos años (por no decir muchos), era nuestra escuela de escalada en hielo. Hoy no es posible hacerlo.
El caso es que fuimos 19 personas a caminar por el cajón, disfrutamos, reímos, algunos cantaron....
